“La medicina china tiene sus propios postulados, claros, precisos y coherentes, posee también sus propios métodos de diagnósticos y herramientas terapéuticas”, comentó.
Estas últimas tienen como finalidad mantener la circulación de Qi (tipo de energía que fluye por canales internos) y sangre por el cuerpo, de esta forma se liberan los distintos factores patógenos, se tratan los órganos internos y se previenen enfermedades.
Acupuntura
La terapia más conocida por todos es la acupuntura. Consiste en colocar agujas metálicas finas, estériles y desechables en ciertos puntos del cuerpo, aliviando malestares y estimulando la circulación de sangre.
Nicolás Jugovic, acupunturista y masoterapeuta explicó que “esta terapia apunta a zonas específicas del cuerpo que están conectadas con el sistema nervioso central, por su parte las agujas producen un impulso eléctrico para que este sistema se vaya autorregulando mediante estas mismas señales”.
De la misma forma, afirmó que no existen contraindicaciones o edades para esta terapia, recalcando que el acupunturista debe saber el estado general del paciente, “por ejemplo, hay puntos en las embarazadas que no se deben tocar porque pueden influir en la posición del feto”.
Moxibustión
Este método combina las propiedades de la planta Artemisa con el calor, a través de su combustión, con el fin de generar estímulos en puntos, canales o zonas del cuerpo. Utilizando la raíz, se prensa en forma de cigarro, lana o carbón y se le conoce como moxa.
Este tratamiento ayuda a aliviar distintos tipos de malestares, como dolores articulares, rigidez lumbar, algunos problemas circulatorios, entre otros.
José Chahin comentó que también es posible, en distintas ocasiones, combinar esta terapia con la acupuntura, donde junto con la inserción de la aguja, se utiliza en la misma zona un pequeño cono de moxa para generar un estímulo mayor.
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